Como adelantó Primer Argentino en publicaciones anteriores, el Municipio de Río Grande se ha convertido en el aguantadero de cientos de punteros políticos (que ingresaron en planta durante la gestión Melella), y va rumbo a la quiebra mientras se pagan millonarios seguros y prebendas al pequeño grupo de los beneficiados por el intendente. 

Así como todos los autos oficiales del municipio están asegurados en la empresa Rossi y Asociados (perteneciente a familia del concejal Paulino Rossi), que recibe millonarios pagos del municipio, otros consiguen diferentes acuerdos como pases a planta permanente y acomodar a sus hijos en el municipio, como es el caso de la edil Laly Mora, que desde el 2016, siendo ya concejal, le tramitaron su pase a planta permanente.

El mismo se dio a fines de diciembre del año 2015, luego que se filtró la información de su voto para cambiar al presidente del Concejo Deliberante por uno más obediente al intendente Melella y que hiciera "menos preguntas sobre los fondos". La concejal Miriam “Lali” Mora, quien acompañó la remoción de Von Der Thusen, quien se había vuelto una incomodidad para el intendente, recibió su planta permanente en la Municipalidad de Río Grande en el sector de “archivo”.

El voto de Mora terminó con la designación de Alejandro Nogar como presidente del cuerpo deliberativo, un cambio también propiciado por los concejales que pertenecen a FORJA, el partido del intendente Gustavo Melella.

Pero este no fue el único beneficio que recibió la edil, sino que también pudo ubicar a su hijo Pablo Gabriel Triviño Mora como empleado municipal, quien cumple "funciones" en obras sanitarias.

En el caso de Rossi, el concejal ha sido el más obediente del intendente, aún cuando le pidió la última semana que saliera a defender el recorte de subsidios del presidente Macri.