jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº2954
Primer Argentino » ARGENTINA » 7 nov 2018

Sociedad

Padre débil por un ACV, vidrios oscuros y ruidos de obra: el combo que derivó en la muerte de la beba en el auto

Todos los conocidos de la familia sostienen que el papá de Catalina era "una excelente persona" y que siempre salía con la nena a upa.


TAGS: MUERTE, PADRE, BEBA

El silencio en las calles de Santos Lugares parece total. El asombro aparece reflejado en las caras de todos los vecinos porque aún no pueden creer lo que pasó en la tarde de ayer, cuando los gritos de desesperación de Rodrigo Osses, de 36 años, los alertaron.

 Aunque todos acudieron a ayudarlo mientras lloraba y pedía perdón desesperado, ya no había nada que se pudiera hacer para salvarle la vida a Catalina, su hija de un año, quien murió asfixiada tras quedar encerrada durante 10 horas dentro del auto familiar.

Aunque todavía no se sabe con certeza qué fue lo que ocurrió, en su primera declaración el padre de la nena explicó que se levantó para llevar a su mujer al trabajo, y que después de ahí debía dejar a su hija en la guardería a la que acudía todos los días. Sin embargo, luego de despedirse de su esposa, recordó que había olvidado algo en su casa, y se dirigió hasta allí sin tener en cuenta que atrás, sentada en su silla, estaba Catalina.

Horas más tarde, casi cerca de las cinco de la tarde, subió nuevamente al Peugeot 308 para buscar a su nena en el jardín maternal, aunque con un pánico enorme se dio cuenta de que en realidad nunca la había bajado.

"Mi hijo vio que el padre estaba tirado en el piso y gritaba 'me olvidé a la gorda, perdón'. Cuando se acercó a ver que pasaba, vio a la nena toda morada y con el chupete en la boca y ahí corrió para llamar a la ambulancia", contó a BigBang una vecina, quien solía ver a la familia muy seguido porque compraban comida en su almacén.


El padre creyó que había dejado a su hija en la guardería.
"Andaba con la nena todo el día", explicó muy conmocionada la mujer, quien también reveló que Rodrigo y su esposa vivían allí hace muchos años, y que todos el barrio conocían a la bebé.

"Era una persona excepcional. La nena era todo para él", dijo también la dueña del almacén, quien además sostuvo que todos piensan que lo que ocurrió fue un terrible accidente.

Según dijo, el auto de la familia tenía vidrios polarizados, lo que dificultó mucho que cualquiera que pasara por el lugar se diera cuenta que la beba estaba sentada atrás.

Además, casi al lado de la casa de la pareja hay una obra en construcción, y durante todo el día de ayer hubo camiones parados y también encendidos que se dedicaron a bajar arena y materiales en el lugar, lo que también complicó que el llanto de Catalina pudiera escucharse.


El auto de la familia tenía los vidrios polarizados.
Con cara seria, la mayoría de los vecinos prefirieron no hablar por "respeto a la familia". Otros, los que vieron la situación bien de cerca, se mostraron enojados con los medios de comunicación, y hasta aseguraron que en muchos canales de televisión se dijeron mentiras sobre el caso, como por ejemplo que el padre de la beba consumía drogas y que por eso se había olvidado de bajarla del auto.

Según contaron a este portal algunos testigos de la trágica situación, los gritos del padre de Catalina se empezaron a escuchar cerca de las 16:40 entre las calles Ceraso y Avenida La Plata, lo que provocó que todos salieran a la calle porque pensaron que Rodrigo era víctima de un robo.

A nadie se le ocurrió que podría haber pasado algo diferente, y mucho menos que el joven de 36 años había dejado encerrada a la nena en su auto.

El padre habría sufrido un ACV algunos años atrás.
Sobre esto, un remisero de la zona explicó a BigBang que se enteró de lo que había pasado cuando uno de sus compañeros lo llamó para alertarlo. "Mi compañero me dijo se le murió la nena al pelado, entonces yo salí a ver que había pasado y cuando llegué y lo vi a él tirado en el piso, me tuve que ir por miedo a descomponerme", declaró.

Esta misma persona contó que solía ver siempre a la pareja junto a su hija por las calles, y mencionó que el padre de la beba le parecía "una excelente persona" porque siempre "era muy correcto".

Tras el hecho, Rodrigo fue trasladado de inmediato a la comisaría de Santos Lugares, la cual está ubicada a dos cuadras de la casa. Allí declaró lo que había pasado, y mientras estaba dentro, muchos vecinos y conocidos del padre de Catalina se agolparon en la puerta de la dependencia policial sin todavía poder creer lo que había ocurrido.


El padre fue trasladado hacia la comisaría de Santos Lugares y luego fue llevado al Hospital Posadas.
Según contó este mismo remisero, el padre de la beba había jugado mucho tiempo al rugby, y por eso mismo sus amigos del club se presentaron en la comisaría para ayudarlo. "Ahí escuché que dijeron que él había tenido una ACV hacía un tiempo y que desde entonces había sufrido otros episodios donde había perdido el conocimiento o se había desvanecido", sumó.

En relación a esto mismo, otro vecino agregó que el joven antes se dedicaba a vender seguros, pero desde que había tenido al ACV, hace tres años, había cambiado un poco su vida, y en lugar de trabajar afuera, lo hacía en su casa ya que tenía un empleo relacionado con los sistemas de computación.

Por el momento, la familia de los padres de la beba decidieron llamarse al silencio, y aunque durante el mediodía de hoy la mamá de Catalina fue hasta la casa para llevarse un poco de ropa, cuando se cruzó con la prensa prefirió mirar hacia otro lado y no decir nada.


La familia de la beba abandonó su casa.
La casa se encuentra con custodia policial, y seguirá así hasta que la fiscal de la causa, Alejandra Alliaud, termine de hacer todas las pericias necesarias para indicar qué fue lo que llevó a que todo terminara de esta manera tan trágica. Debido a esto, el imputado por el delito de "homicidio culposo" declaró hoy en los Tribunales de San Martín, aunque seguirá detenido.

Lo que sí trascendió, es que Catalina murió por asfixia tras sufrir una hipertermia, y que se cree que logró sobrevivir dentro del vehículo unas cinco horas. Eso es también lo que golpea y hace llorar a muchos de los vecinos, ya que que explicaron a este portal que pasaron por al lado del auto durante todo el día, aunque nunca notaron nada extraño.

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