El intendente Melella, buscando disimular la preocupación que genera en sus filas su situación judicial y su importante caída en las encuestas, va preparando el terreno para largar su candidatura a la gobernación, buscando generar un clima de optimismo que ya ni los suyos creen.

Pero la promoción de sus eventos en la provincia, lejos de generar adeptos espanta cada vez más vecinos. Los riograndenses, de a poco, se están dando cuenta que con el dinero de sus impuestos, están pagando no sólo los sueldos exorbitantes del gabinete municipal (Melella se autoasignó aumentos sucesivos y es el político con el sueldo más alto de la provincia), sino también la millonaria campaña del intendente, en un contexto de gran vulnerabilidad económica en la provincia y sobre todo en Río Grande.

En los últimos días, este cambio de humor llegó a los oídos de Melella, y con su equipo de comunicación (radicado en Buenos Aires) no saben cómo afrontar la situación. Fabiana Ríos, Horacio Catena y la familia Manfredotti son las patas del armado político del intendente riograndese, no porque sean los aliados que el intendente más quisiera, sino porque son los únicos que le quedan.

 El denominado “Organización social contra el ajuste” es uno de los casos que despertó indignación en el mundo digital y mucho se plantean como seguir. Un funcionario de la municipalidad le dijo a Primer Argentino “Melella nos pidió que averiguemos si eran trolls y cuando se enteró que no, tendrías que haberle visto la cara".

“El tema es que ya no pueden ir pata atrás con los acuerdos que tienen con estos espacios, porque son los únicos que les quedan", confió a Primer Argentino un ex aliado del intendente. "Se le fue el MPF,  Cristina va a apoyar a Bertone, Cambiemos no quiere saber nada con un intendente abusador, los que le quedan son los que no tienen nada para perder", agrega la fuente. "Como si fuera poco, con el revés que sufió con lo del impuestazom se les cerró la canilla con la que contaba para pagar la campaña, se le está complicando mucho".

Pero los aliados que le quedan a Melella, tampoco han transitado su camino sin sufrir daños. Mónica Acosta, la devaluada dirigente de Renacer, pagó un fuerte costo al hacer pública su alianza con Melella y Fabiana Ríos: en redes sociales sus compañeros mostraron su indignación por apoyar y prestar el lugar a la ex gobernadora que durante su gestión hizo todo lo posible para que la Renacer cerrará sus puertas.