El intendente Gustavo Melella se fue y pagará los costos su desacreditado secretario de coordinación de gabinete Agustín Tita.

Como ya es habitual Melella se tomó licencia de la Municipalidad y se fue a Buenos Aires donde vive cerca de 200 días al año. Así se preocupa por los vecinos de Río Grande. Seguramemte cuando comience la campaña financiada por el tarifazo que se niega a firmar, aparecerá en público sólo para hablar sobre las acusaciones judiciales que existen en su contra, las cuales considera “parte de una campaña sucia”.

A pesar de que es cierto que sus vínculos familiares se encuentran todos en Buenos Aires y eso “obliga” al intendente a pasar la mayor parte del año en Ciudad de Buenos Aires, la rápida fuga de Río Grande no obedecería a los motivos habituales. Tampoco sería para escaparse de la justicia, ya que el retraso intencional de la investigación y la feria judicial le están dando tiempo al Intendente acusado de abuso sexual y corrupción, que arrancará su campaña con el lema de que "todo lo que se dijo de mi fue parte de una campaña sucia maniobrada por la oposición a su gestión Municipal”.

El verdadero motivo del fugaz viaje a Buenos Aires es que no quiere asumir el costo político de vetar el freno al tarifazo que fue votado en el Concejo Deliberante. El veto ya está redactado desde hace una semana, pero esperaron a que se fuera el intendente Melella para que costo político sea asumido por el prescindible secretario de coordinación de Gabinete Agustín Tita.

¿Hasta cuándo los vecinos seguirán pagando los viajes, giras del Intendente Melella, y ahora el costo de un tarifazo aplicado sin piedad en plena crisis económica?.
La alianza de Melella con los capos de los gremios estatalesm Córdoba y Catenam es más fuerte que el bolsillo de los vecinos. El tarifazo estaría destinado únicamente a financiar la militancia política de los gremios afines y la campaña electoral 2019