Tras la confirmación del suicidio de Isaac Kappy, el actor de 42 años que participó en producciones como Breaking Bad, Terminator, y Thor, sus seguidores sembraron la incógnita: ¿Fue realmente un suicidio o un ajuste de cuentas?

Lo cierto es que Kappy no era de esos actores que se consideren "tranquilos". A pesar de tener roles secundarios en las películas, era cotidiano que estuviera en el ojo del escándalo mediático, y tuvo enfrentamientos públicos con grandes nombres de la industria.

Hace unos meses, el actor se obsesionó con sacar a la luz el negocio de la pedofilia y el abuso infantil de Hollywood. Y se metió con grandes nombres: Steven Spielberg, Tom Hanks, Seth Green, entre otros.

A través de varios videos de Youtube, Kappy comenzó a contar su verdad. En ese mismo momento, se hizo pública una denuncia de Paris Jackson, que dejaba mal parado al actor y lo acusaba de intentar ahorcar a la modelo en una fiesta. Según alegan algunos de sus seguidores, esto fue una movida mediática que buscó encubrir lo que el actor estaba confesando.

En su carta de despedida, que publicó en redes sociales, también hay algunos indicios de arrepentimiento al respecto de sus denuncias. "Invertí mucho de mi tiempo y mi dinero en investigar 'la maldad' de muchos actores, en lugar de enfocarme en hacer un análisis de mis propias acciones", escribió.

"Sólo traje vergüenza a mi vida. Denuncié a muchos pedófilos que eran mis amigos, y me quedé cerca de ellos por mucho más tiempo del que hubiera debido. Traté de aprovecharme de ellos incluso después de saber lo que habían hecho", continuó más adelante.

La policía de Arizona dio la investigación por concluida, pero el debate en redes no cesa: ¿Y si lo obligaron a 'suicidarse' para callarlo?

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