Las víctimas declararon que Melella les prometió trabajo, y luego de transferirle parte de lo adeudado, exigió acciones sexuales para que pudieran cobrar el resto. El peritaje judicial a una de las cuentas corroboró hasta ahora la versión de las víctimas, ya que se encontraron las transferencias bancarias que Melella le hizo desde su cuenta personal a uno de los denunciantes.

El Juez Sahade ocultó pruebas en el expediente para encubrir a Melella y otros funcionarios. Además de la transferencia hecha por Melella desde su cuenta personal, en el expediente también estaban las transferencias desde la cuenta de la Municipalidad y de la Empresa Vaquera.

Luego de 6 meses de serle denegada la vista del expediente, el abogado querellante Francisco Paco Giménez tuvo acceso a todas las actuaciones que estaban caratuladas como “reservadas”. El magistrado de la causa Raúl Sahade, que hoy se encuentra recusado y con pedido de jury, venía insistiendo alevosamente en no permitir al abogado ver el expediente, lo que hizo suponer a Giménez que había más pruebas de las que lo había notificado formalmente.

Entre ellas, la prueba más contundente es una serie de transferencias bancarias hacia uno de los denunciantes y cada una de ellas se condice con el testimonio que la víctima brindó en la justicia el año pasado.

También, como puede verse en las copias de los extractos, las fechas de transferencias coinciden con lo declarado por las víctimas cuando hicieron las respectivas denuncias. Las transferencias fueron siete. Tres son provenientes de la cuenta de la Municipalidad, tres provenientes de la cuenta del empresario imputado Luis Marino Vaquera y una proveniente de la cuenta personal de Gustavo Melella. Aunque en otros casos también hay transferencias hechas por Ayelén Barboza desde la cuenta de sus padres.