miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº2953
Primer Argentino » ARGENTINA » 3 oct 2019

Sociedad

La Matanza: una zapatería fue desvalijada pero reabrió por la ayuda de los vecinos

Del local de Casanova se llevaron toda la mercadería. Su dueña, Gabriela Molina, consiguió las filmaciones de una cámara de monitoreo, las subió a Facebook, y la ayuda que recibió le permitió volver a trabajar.


Una zapatería del barrio Atalaya de Isidro Casanova que fue desvalijada logró reabrir gracias a la solidaridad de más de 80 comerciantes de las inmediaciones, que realizaron distintos aportes.

Pero el martes 10 de setiembre, cuando llegó al local junto a su esposo, se encontró con el peor panorama: cerraduras y candados rotos, la puerta abierta, y en el interior, cajas desparramadas sin su contenido: habían desaparecido 500 pares de zapatos, carteras, zapatillas, sandalias, ojotas -de primeras marcas- y un Smart TV.

Una cámara de monitoreo a la que pudieron acceder permitió saber qué había ocurrido: una pareja de edad mediana llegó a las 2.40 de la madrugada, se tomó su tiempo para romper los candados y cerraduras, y luego procedió a llevarse la mercadería en alrededor de 20 bolsas de consorcio, en un Ford Focus color gris, que estacionaron sobre la vereda, y con el que partieron a las 6.40: cuatro horas fue el tiempo que les insumió el robo.

 En diálogo con POPULAR, Gabriela señaló que "en los videos se puede ver que en tres oportunidades pasó un patrullero por Cristianía, pero siguió de largo".

Con mucha bronca y tristeza, subió los videos que registran el robo a su cuenta de Facebook, y se encontró con la solidaridad de comerciantes, vecinos y amigos. "No sabíamos que la gente era tan buena", se sinceró. "Nos acercaron sobres con lo que pudieron aportar, 500, 1000, 1500 pesos", precisó. Y fueron más de 80 quienes colaboraron.

El resultado fue que Crazy reabrió sus puertas el 21 de septiembre, y sigue trabajando, y recibiendo muestras de solidaridad.

Aunque ya han transcurrido tres semanas del asalto, el mismo continúa impune. Pero la publicación que hizo en Facebook le permitió conocer a Gabriela Molina que otros comercios de Isidro Casanova -uno de bebidas y otro de ropa- sufrieron hechos similares, con la participación de las mismas personas.

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