La Selección de vóley logró una enorme y festejada victoria sobre Polonia, campeón defensor, en el inicio de la segunda fase del Mundial que se celebra en Italia y Bulgaria. Fue un apretado 3-2 para el equipo nacional, con parciales de 16-25, 25-19, 25-23, 23-25 y 16-14.

Se trató de una victoria memorable, evidenciado en el descontrolado festejo de Julio Velasco, de un equipo que se repuso de dos fallos insólitos que casi entregaron el partido y que le propinó la primera caída en el torneo a los europeos.

En una gran actuación colectiva, Cristian Poglajen fue el máximo anotador con 14 puntos. Este sábado a las 11 (TV Pública), el equipo de Velasco volverá a salir a la cancha para enfrentar a Serbia.

Argentina había comenzado el partido con el pie izquierdo al ceder por 25-16 el primer set del duelo contra el defensor del título, que se mostró muy sólido y no le dio resquicios a los ataques del equipo nacional.

Sin embargo, con mucho carácter, la Selección reaccionó y se quedó con el segundo parcial. Fue 25-19, gracias a los ingresos de Pablo Crer y José Luis González, que se erigió como el goleador del match.

La Selección continuó por la buena senda en el tercer set, donde la diferencia la hizo el ingreso como titular de Tomás López, que ya había entrado en buena forma durante el segundo período y reemplazó a Facundo Conte para el comienzo de la etapa siguiente y fue parte importante de un 25-23 que se complicó sobre el cierre tras dos pelotas de set perdidas, pero que se pudo completar para ponerse en ventaja.

No pudo sostener el ritmo en el cuarto parcial, en el que Argentina peleó punto a punto con Polonia. Solé y Crer se mantuvieron activos para darle una nueva ventaja a la Selección, que sin embargo falló dos pelotas consecutivas y todo quedó igualado en 20. El saque de Schulz fue una bisagra para Polonia, que lo dio vuelta y llevó el partido al desempate.

El parcial definitivo encontró al equipo argentino en ventaja con un gran aporte en ataque y bloqueo de Zanotti (6-3). Pero Polonia apretó en saque y bloqueo hasta lograr el empate en 7 y nuevamente todo fue palo y palo. Conte aportó una gran tapa para el 10-9 nacional, pero el cierre se vio seriamente influido por decisiones arbitrales, que le dieron la chance de cierre a Polonia luego de dos fallos en contra.

Sin embargo, en un tie break muy discutido, la Selección no perdió el eje, mostró todo su carácter y con un punto de Solé se quedó con un triunfo muy festejado (con gesto del VAR incluido), aunque tal vez no le alcance para pelear por un lugar en la siguiente fase.

Es que la ajustada clasificación de Argentina en la primera ronda, en la que finalizó cuarto en el grupo A, hizo que el equipo de Velasco quedara emparejado en el H de la segunda fase junto a Polonia, Serbia y Francia.

Como se arrastran los puntos, para que Argentina se metiera en la discusión importante y aspirara a superar la zona, debía ganar sus tres partidos en a lo sumo cuatro sets. Avanzarán los ganadores de cada grupo y los dos mejores segundos. Ahora no sólo tendrán que seguir ganando, sino también esperar que los resultados acompañen.

Con cinco triunfos en los cinco partidos que había disputado, Polonia era uno de los tres equipos que había terminado invicto esa ronda inicial.

El historial en Mundiales entre ambos seleccionados tenía hasta hoy dos victorias por lado. El último triunfo argentino había ocurrido en el Mundial de Japón de 1998 cuando el conjunto por entonces dirigido por Daniel Castellani venció a Polonia por 3-1.

Ahora, pese al gran momento de los europeos, otra vez mandan los de celeste y blanco.