jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº2947
Primer Argentino » ARGENTINA » 17 oct 2018

Buenos Aires

Dos jefes policiales, a indagatoria por el robo de 17 panes de marihuana que debían ser quemados

Un policía de Robos y Hurtos está detenido. Otros 8 están bajo la lupa, entre ellos el jefe y subjefe de esa División.


El caso fue escandaloso y atípico por sus detalles. En julio pasado el oficial principal José Daniel Soria Barba (37) - jefe de "Judiciales" de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad- fue detenido por robarse 17 panes de marihuana que estaban bajo su custodia.

La droga, que debía ser quemada junto a un lote mucho mayor, fue descubierta por un cartonero en un contenedor de basura a metros de la casa del policía, en el barrio porteño de Parque Centenario. Los panes no sólo llevaban el sello de la División Laboratorio Químico de la Policía Federal Argentina, además habían sido envueltos en el plástico de una encomienda dirigida a la madre de Soria Barba.

Sepultado en pruebas, el policía fue procesado por "peculado", no apeló la resolución y su abogado está intentando que llegue al juicio oral excarcelado.Pero la cosa no termina allí.

Por la sospecha de que Soria Baba no actuó solo, o al menos contó con la inoperancia de sus colegas y superiores, el juez federal Sebastián Ramos indagó a 8 policías de Robos y Hurtos en una ronda de declaraciones que comenzó el 4 de septiembre y terminará esta semana.

No es poca cosa. Entre los indagados está el comisario Oscar Andrés Molina, jefe de Robos y Hurtos. Él fue quien firmó el oficio en el que se habla de 368 panes de marihuana a quemar y no de 386, cifra real del secuestro realizado por el juez federal 2 de Lomas de Zamora, Federico Villena, en mayo del 2016, durante el llamado "Operativo Paella".

Otro que debió contestar preguntas como imputado fue el segundo de Molina, el subcomisario Adolfo Luis Suyo. Este policía ya había declarado como testigo en la causa y por entonces incriminó a Soria Barba.

Según Suyo, cuatro días después de la quema de la droga (16 de julio) Soria Barba estalló en una reunión. "Se hallaba en un estado de nerviosismo y de manera espontánea le indicó que tenía miedo de que alguna persona lo involucrara en algo debido a que el fin de semana anterior había recibido un llamado telefónico extraño". A este episodio el policía lo relacionó "a un hallazgo de droga que había sido encontrada frente a su casa". Lo que se dice, abrir el paraguas.

Sus excusas informales, que fueron contadas en el expediente por sus jefes, son la única versión de su parte que hay en la causa, porque Soria Barba se negó a declarar.

Informalmente, ante sus superiores, sostuvo que podía ser víctima de un complot para incriminarlo. Por eso dijo que los panes de marihuana aparecieron dentro de la bolsa para encomienda (con el nombre de su mamá) que él había usado para tirar la caca del perro al contenedor.


Pero esa historia no duró mucho y Soria Barba finalmente admitió: "Yo tiré la droga, era algo que había sobrado de la quema del jueves y entonces la tiré a la basura".

Esa es la versión que dieron sus jefes. El aún no habló y en los próximos días se sabrá si el juez Sebastián Ramos responsabiliza por el robo a más policías. Para empezar hay un dato muy sospechoso: en el acta de cremación no figura faltante alguno.

La caída de "Master Joe"
Aunque al momento de ser detenido Soria Barba trabajaba en la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, su carrera había empezado en enero del 2003 en la Policía Federal. Allí estuvo hasta abril de 2011, cuando pidió su baja para pasarse a la Metropolitana.

En diciembre de 2015, Soria Barba quedó involucrado en un caso dramático: iba de acompañante en una camioneta policial cuando el compañero que manejaba embistió y mató a Nehuén Rodríguez, de 18 años.

Ocurrió en Parque Patricios y Soria Barba logró mantenerse como testigo en el caso, aunque, para él, el fiscal del juicio pidió una investigación por falso testimonio. A su compañero le dieron tres años de prisión.

Según las fuentes, luego de la muerte de Nehuén Rodríguez, Soria Barba siguió sin contratiempos su carrera policial, que alternó con su pasión por el básquet: "Master Joe" ( tal su apodo) jugaba como base del equipo amateur Caballito Heads.

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