Estaba prófugo desde 2017 por un caso de violación y se paseaba por la Ciudad como si nada. El jueves bajó a tomar el subte en la estación Plaza de Mayo y las cámaras con reconocimiento facial lo identificaron y quedó detenido.

Así fue la caída de M. I., según sus iniciales, uno de los primeros prófugos capturados con el nuevo sistema de búsqueda con cámaras inteligentes lanzado este jueves en Capital Federal.

El detenido tiene 50 años y contaba con pedido de captura por parte del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº 9 en una causa en la que está imputado por "delitos contra la integridad sexual", según informaron fuentes policiales.

La detención se concretó luego de que el sistema leyera su rostro y lo cotejara con el registro del sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (CONARC).

Uno de ellos era M. I., por lo que la Policía recibió un alerta y agentes que se encontraban en las inmediaciones de la estación de la Línea A lo identificaron y lo detuvieron. Cuando fue reconocido por el sistema, el prófugo llevaba pelo largo y la barba crecida, al igual que la foto de su ficha policial.

El reconocimiento facial funciona en forma rotativa sobre 300 cámaras de Capital y compara las imágenes obtenidas con la base de datos del CONARC, que depende del Registro Nacional de Reincidencia. A la vez, la foto de cada imputado es la misma que tiene en su DNI, ya que es provista por el Registro Nacional de las Personas (Renaper).

En ese listado hay hay más de 46.000 imputados declarados "en rebeldía", es decir, que están prófugos de la Justicia. Por decreto, en 2016, el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, ordenó que los datos sean de acceso público. "Si uno mantenía esa información reservada, en definitiva era colaborar con la clandestinidad del prófugo", dijo a Clarín el director del Registro Nacional de Reincidencia, José Guerrero.

"Entendemos que detrás de cada prófugo hay un hecho impune y una víctima no resarcida", agregó el funcionario, y dijo que por esta política, que fue imitada por varias provincias, lograron bajar el número de prófugos de más 50.000 en 2015 a los 46.274 de la actualidad.

De ese total, la mayoría de los buscados están acusados de robo (5.535), hurto (2.938), robo agravado (1.481) e infracción a la Ley de Drogas (1.411), según datos oficiales a los que accedió Clarín.

La Provincia de Buenos Aires es la que más personas con pedido de captura vigente tiene (17.426), seguida por Capital Federal (14.040), Misiones (2.551), Salta (1.849) y Chaco (1413).

Antes, un prófugo de la Justicia de una provincia podía ir a cometer un delito a otra, ser detenido y luego liberado, ya que la primera provincia no compartía sus datos de reincidencia. "Desde que se abrieron las bases nacionales, las provincias empezaron a imitarlo y permitieron que se compartiera información entre distintos organismos", dijo Guerrero.

El jueves, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta había anunciado que en la primera mañana de funcionamiento del sistema fueron detenidas 7 personas. Hasta hoy fueron detectadas 28 personas, pero al final, los que quedaron detenidos solamente fueron cuatro. Entre ellos, acusados por abuso sexual, extorsión y robos.

"El resto era por paradero, cumplimiento de condena, y otros pusimos a disposición de la Justicia, y la Justicia decidió", explicó el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, luego de la salida de Martín Ocampo.

El sistema trabaja de forma permanente con los datos de la Justicia federal, nacional, provincial y porteña, que se actualiza a diario con el Registro Nacional de Reincidencia. Cuando una persona es detenida, o la orden judicial queda sin efecto, deja de figurar en la base de datos.

En el Gobierno porteño aseguran que el software solo trabaja con las imágenes de las personas que cuentan con una orden de captura judicial y no con el resto de la población.

Al detectar una coincidencia, el centro de monitoreo genera una carta de servicio y avisa al policía más cercano al lugar donde se vio al sospechoso para que intervenga.

"Hay 1.500 prófugos por delitos sexuales, 1.300 por homicidios, 2.300 por narcotráfico y más de 15 mil por robo y hurtos, entre otros delitos. Son personas que no tienen que estar al lado nuestro en la calle, no tienen que caminar tranquilos, el que comete un delito tiene una consecuencia y tiene que estar a disposición de un juez", dijo Santilli.