sábado 29 de junio de 2024 - Edición Nº3019
Primer Argentino » ARGENTINA » 20 may 2019

Provinciales

Stefanía Ayelén Coronel, joven riograndense estudiante de derecho de la UBA, seleccionada para litigar en Whashington

Luego de una selección interna en la Facultad de Derecho, junto a otra compañera está litigando en una simulación de un juicio que involucra derechos migrantes y refugiados; como parte de un certamen universitario internacional


Stefanía tiene 25 años, es egresada del Colegio Don Bosco, de Río Grande, y actualmente cursa la carrera de Derecho con orientación internacional. El 17 de mayo viajó a Washington junto a una compañera para competir del 19 al 24 de mayo en un certamen internacional, representando a la Universidad de Buenos Aires.


“Durante esa semana hay rondas preliminares; de ahí pasamos a la semifinal y a la final. Todas son rondas eliminatorias y hay jueces en la competencia, que son personas que trabajan dentro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La verdad que es un nivel de prestigio y excelencia que está muy bueno, pero genera una presión importante también. Tenemos que saber mucho y por eso estamos desde hace tiempo preparándonos”, detalló la joven estudiante.


En la competencia participan estudiantes de más de 100 universidades de Latinoamérica, Estados Unidos y algunas de España. Luego de un proceso de selección interno que consistió en la defensa de un caso hipotético, Stefanía fue seleccionada para competir a nivel internacional: “La primera defensa fue de forma escrita. Después de una semana tuvimos que hacer la defensa del caso en forma oral ante un tribunal hipotético también, todo eso formando parte de una simulación.


El caso asignado era sobre derecho de los migrantes y refugiados: “A cada uno le tocó un rol diferente y a nosotros nos tocó el rol de defender a un Estado, y a otras universidades les tocó el rol de víctima. En el proceso de selección interna -que fue dentro de la universidad- fue similar. Tuvimos un caso hipotético que fue escrito por un grupo de coaches y nos asignaron el rol de Estado a todos los alumnos que queríamos ir a competir o participar del proceso de selección. Yo hice estas dos partes, presenté la defensa escrita, con todas las formalidades que tenía que cumplir y después fui a la parte oral”, detalló.


Era la primera vez que participaba y aunque se preparó mucho, no pensó que realmente fuera a quedar: “Cuando me avisaron no lo pude creer”, reconoció. Esta primera etapa fue en octubre del año pasado, y desde esa fecha hasta ahora comenzó a trabajar con otra compañera que es quien viajó para participar en el certamen junto a ella.


Esta vez estará litigando en un caso real. Éste salió en diciembre del año pasado. El alegato escrito fue presentado por las estudiantes en marzo, y desde entonces se prepararon para el alegato oral: “La verdad es que la universidad nos brinda un apoyo increíble. Nos hicieron tomar clases de oratoria, de teatro, tenemos el equipo de coach. La verdad que me siento orgullosa de pertenecer a una universidad que, además de ser gratuita, es de excelencia. Que me permite tener experiencias como esta. Porque la verdad es que sin estas oportunidades uno se recibe igual, pero sin lo enriquecedor de este tipo de experiencias”, destacó Stefanía.


En cuanto a su llegada a Buenos Aires como estudiante, la joven reconoció que la universidad le resultó imponente: “Es grande y muy diferente a tener la contención que yo sentí en el colegio. Pero me pude adaptar, pude estudiar mucho. Pero aún así no me imaginaba llegar a participar en una competencia como esta, es más de lo que pensaba que podría pasar. Es algo que realmente me enorgullece mucho también”, dijo.


Cuando se reciba Stefanía tiene planeado seguir especializándose en derechos humanos y derecho internacional.


A los agradecimientos, la joven sumó a José y Kevin sus preparadores, que ya participaron en la misma competencia y a su familia: “Agradezco a mi hermana con la que vivo acá en Buenos Aires, que es la que me banca cuando vengo frustrada, cansada y demás. A mis padres y a mi hermana más pequeña, que aún estando lejos, siempre están presentes, además de toda la familia en Tierra del Fuego, en Santiago del Estero también. Y a mi colegio, al Don Bosco, que me preparó, me ayudó a estar lista para aprovechar estas oportunidades”, concluyó.

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