Tiene 37 años pero el tiempo no le pasa. Roger Federer domina hace más de una década el tenis de elite. Sus bajones no duran más que un par de meses porque siempre volvió por todo. Siempre se lleva la gloria. El diario estadounidense Business Inside recopiló sus consejos para una vida sana en cuanto a la alimentación.

El día comienza siempre con un desayuno de waffles acompañados por compota de fruta, que acompaña con jugos exprimidos y café.

Antes de cada encuentro, el astro de tenis no le escapa a los carbohidratos, aunque controlado a la perfección, tal cual su estilo. "Dos horas antes de cada partido, como pasta con salsa ligera… Lo he estado haciendo durante veinte años", detalló.

En los tiempos de descanso, en pleno court, muchas veces saca una banana de su mochila, aunque a veces suele ingerir barras energéticas. Siempre bebe bebidas isotónicas.

"Soy un amante de los restaurantes italianos, japoneses e indios", declaró recientemente. Pero su debilidad está en el postre. "Me gusta mi helado, me gusta mi chocolate", comentó sobre los gustos que se da.