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Primer Argentino » ARGENTINA » 6 ago 2019

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La furia de Susana Giménez por las "mentiras" de la serie de Monzón: qué escena desmintió por completo

La diva se refirió al último capítulo en el que los guionistas dieron a entender que la diva había sufrido violencia de género antes de la última pelea del boxeador.


TAGS: ENOJO, SUSANA, MONZóN

Susana Giménez confesó tiempo atrás que había sufrido violencia de género por parte de su ex pareja, el femicida Carlos Monzón. En efecto, la diva no sólo contó que la había golpeado, sino que además detalló que el episodio ocurrió en Italia, cuando grababa una película. Sin embargo, el último capítulo de la serie biográfica del boxeador asegura que la conductora también fue golpeada en Montecarlo, antes de la última pelea del deportista.

 


“Jamás hubo golpes en Montecarlo. Eso es mentira, te lo juro”, aclaró indignada en diálogo con el diario Clarín. “No es verdad lo que dicen de Montecarlo. Sí es cierto que estuve allá con él cuando peleó con (Rodrigo Valdez), pero no hubo golpes. Me pegó una vez sola, la de Nápoles y parece que a algunos no les alcanza. Estoy harta de que quieran buscar sangre y que no respeten lo que digo”, sumó.

 

Susana hace referencia a la escena de la serie en la que, de acuerdo a la reconstrucción de los guionistas, la conductora fue golpeada la noche previa a la gran pelea. Todo sucede en la habitación de hotel que compartían cuando el personaje de Tito Lectoure les tocó la puerta a las cuatro de la mañana. En ese marco, el guión introduce la feroz interna que dividía al equipo de Monzón.

Me pegó una vez sola, la de Nápoles y parece que a algunos no les alcanza"

“¿Qué quería Tito?”, pregunta Celeste Cid, en el cuerpo de Susana. “Nada, pasó a saludar”, le responde Monzón. “¡Qué hinchapelotas!”, se quejó la conductora. “¿Qué dijiste, tarada?”, es la violenta respuesta del boxeador. En efecto –y a diferencia del tratamiento explícito que tuvo el femicidio de Alicia Muniz-, la producción cortó la escena ahí. Sólo se lo pudo ver a Monzón avanzar hacia Susana y el relato se completa con una escena posterior en la cual la diva se hacía tratar los moretones que le habían quedado en el cuerpo tras la golpiza.

 
El recuerdo de Susana es otro. “En Montecarlo hemos discutido, sí; pero por pavadas. Creo que fue por algo del pasaporte, no me acuerdo”, le aclaró a la periodista Silvina Lamazares. “Y eso de que Lectoure tocó la puerta de la habitación a las cuatro de la matina tampoco fue cierto. Era un caballero. Un tipo que hablaba muy poquitito, muy ubicado”.


“¡Qué bronca me da cuando se inventan cosas. Aparte, si yo confieso que una vez me pegó, no es que lo oculto. Pero, viejo, parece que hubiera una necesidad de hacer cierto ese rumor de Montecarlo”, se descargó.

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