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Primer Argentino » ARGENTINA » 5 feb 2020

Cultura

Estrenarán en Buenos Aires el documental "Puerto Almanza"

La producción de la UNTDF, será presentada este jueves en el cine Gaumont de la Capital Federal. Aborda la vida de los pobladores de la pequeña localidad fueguina.


El film muestra una Tierra del Fuego alejada de las postales de ensueño. Se ve el lado desconocido de un lugar en el que sus pobladores van a contramano del avance de la tecnología. El film establece un recorrido audiovisual de gente que vive en la paradoja de estar aislada pero que se siente más libre que cualquier “bicho” urbano.

Puerto Almanza fue realizado gracias a la Dirección de Producción Audiovisual de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, donde trabaja Lattanzi. Si bien hablan algunos habitantes de Almanza, los grandes protagonistas son el pescador Rolo con sus cuatro hijos (los únicos niños del lugar), que se niega a que sus hijos vayan a la escuela en otro sitio. Reclama tener una escuela propia en Almanza. En tanto, Santiago, un ex adicto al juego, convive solitario con los fantasmas del pasado, mientras aguarda la llegada de un hijo al que nunca crió.

“En 2013, en la Universidad, pensábamos qué contenidos podíamos hacer. Escuché que había gente trabajando con los pescadores en un lugar llamado Almanza. Me empezó a despertar una curiosidad el tema. Hasta que fuimos a Almanza”, recuerda Lattanzi en una entrevista con PáginaI12, de la que también participó Feldman. Vieron que ahí “había una película”. “Contrastaba el encanto del lugar con la rusticidad de las condiciones de vida, con la precariedad”, recuerda el cineasta. Luego se incorporó al equipo Feldman. “En ese momento, le hicimos conocer Almanza y ahí ya empezó la investigación de los personajes”, agrega Lattanzi.

-¿Fue complejo el rodaje?

M.F.:-El rodaje tenía la complejidad de un lugar que no tiene ni siquiera la señal argentina. Al llegar a Almanza, hay señal chilena, así que llegar a los personajes por teléfono para poder pensar el rodaje fue algo muy complicado. Fue un poco azaroso, nos acercábamos allí a ver qué nos deparaba el momento. Siempre la idea fue hacer un retrato a lo largo del tiempo, en la evolución de lo que les pasaba alrededor de sus propios conflictos internos y externos. Y también pudimos ver cómo el paisaje y la naturaleza imprimían en esas subjetividades y en esos conflictos algo particular que también tiene el paisaje, la dureza de vivir en un lugar como ése, aislados y precariamente.

-Un lugar que no es para cualquiera…

J.P.L.:-Sí, y en el caso de los niños, ellos no eligen estar ahí, son llevados por sus padres.  Es un lugar marginal, pero hay algo de automarginación de quien decide vivir en Almanza, porque quizá podrían vivir en una ciudad, tener un empleo en una fábrica. Pero prefieren estar en ese sitio, encuentran una tranquilidad; cuando quieren trabajar, lo hacen y cuando no quieren, no trabajan. Están lejos de la sociedad. Muchos de esos personajes necesitan estar lejos de la sociedad.

-No es un problema no tener acceso a los servicios de las grandes ciudades…

J.P.L.:-Para ellos, no. Más bien, el problema sería vivir en las ciudades. Y tiene que ver con sus historias previas en los centros urbanos. Uno de los personajes dice: “Llegué escapando de la ley”. Otro está escapando del juego de y de las adicciones. Van dejando cosas atrás. Y fueron migrando dejando el pasado. Llegan ahí, se termina el mapa pero, de alguna manera, encuentran una especie de equilibrio personal. En el caso de los niños, no optan ni tienen muchas opciones. Ni siquiera tenían una escuela en el momento en que estábamos filmando. Con lo cual es complejo. Y también lo es el caso de las mujeres que tampoco tienen posibilidades para elegir.

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