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Primer Argentino » ARGENTINA » 23 abr 2020

Sociedad

¡Enloquece al escuchar a la gente mascar chicle! Qué es la misofonía, la enfermedad que padece Natalia Oreiro

La actriz explicó que padece este raro trastorno neurológico que le provoca una reacción extrema ante sonidos específicos.


El nuevo programa de Telefe, Juntos podemos lograrlo, que tiene como conductor a Santiago del Moro tuvo como invitada de lujo a Natalia Oreiro, quien a través de Skype no dudó en hablar de todo: desde sus inicios, de Muñeca brava -el programa más votado por la gente para abrir los especiales de Telefe- y de una enfermedad que la atormenta desde muy chica.

 

Es de público conocimiento que la actriz no soporta escuchar a la gente masticar chicle o simplemente el sonido al hacer “click” de las lapiceras. Pero no es un capricho ni una fobia, sino que la actriz y cantante uruguaya padece una extraña y muy rara enfermedad: misofonía. "Es una de las enfermedades consideradas raras”, contó.

 

Según contó, solo el 7 por ciento de las personas a nivel mundial padecen este trastorno y muchos de ellos ni siquiera lo saben. “No es psicológica y no tiene cura", explicó. 

Las personas que lo sufren reaccionan de forma irracional ante sonidos específicos: suelen sentir irritabilidad o incluso pánico ante sonidos cotidianos como el goteo de un grifo.

Se trata de un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos, y en ocasiones visuales, son malinterpretados por el sistema nervioso central. No obstante, la misofonía y sus causas, siguen siendo prácticamente un misterio. Aunque muchas personas padecieron este trastorno auditivo durante años, recién en la década de los 90 fue reconocida como una enfermedad.

 

Los síntomas de la misofonía, la reacción extrema ante sonidos específicos, suelen aparecer al final de la infancia, aunque pueden comenzar a cualquier edad. Lo habitual es que por primera vez la reacción la desencadene un sonido específico, y posteriormente, se van sumando más sonidos detonantes a la lista. “El chicle para mí es el punto máximo”, contó Oreiro.

Y agregó: “La lapicera también”. La artista explicó que desde muy chica siente una gran ansiedad al oír determinados sonidos y recordó que, cuando iba al colegio, hacía los exámenes en otra aula porque no podía concentrarse debido al ruido. “Yo, por ejemplo, me subo a un auto y si el señor que maneja está con un chicle me pongo directamente auriculares", reveló.

En ese sentido, la artista contó que no siempre es ella la que se encarga de dar a conocer su padecimiento: "En el circuito de trabajo, se corre la bola de: 'mirá, no le mastiques chicle que se vuelve loca'. Pero yo me tomo el trabajo de explicarles que no es un problema de ellos, es un problema mío", sentenció.

 

En la actualidad, no existe ningún tratamiento o cura para la misofonía.  La mejor manera de identificar la misofonía es a través de las reacciones del individuo a ciertos sonidos. Si la persona reacciona de forma exagerada a determinados sonidos, puede que padezca esta enfermedad.

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