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Primer Argentino » ARGENTINA » 2 jun 2018

Deportes

Flexibilidad, confianza y autogestión, la apuesta de Sampaoli para la convivencia

En Barcelona los jugadores pueden salir a cenar y hasta dormir fuera del hotel.


La palabra clave es confianza. La que Jorge Sampaoli les tiene a sus jugadores y que en la intimidad del cuerpo técnico no consideran ninguna revolución. Simplemente se trata de darle la oportunidad de cierta autogestión a un plantel al que se considera responsable, súper profesional y acostumbrado a esas rutinas.

Nada del otro mundo, en resumen. Hay que recordar que la mayoría de estos jugadores lleva años en clubes importantes de Europa en los que no suelen concentrar, sobre todo cuando tienen partidos como local. Se habla del ejemplo de Pep Guardiola, que conocen muy bien Messi, Mascherano, Agüero, Otamendi y Willy Caballero, pero no se trata de una excepción. En fin, para ellos, los jugadores, no es nada nuevo pero sí algo que valoran.

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El dato concreto es que Sampaoli decidió que en esta etapa de entrenamientos en Barcelona, al igual que la anterior al amistoso con Haití en el predio de Ezeiza, el plantel no está obligado a dormir en el hotel, ni siquiera a quedarse a cenar. Lo único que deben cumplir (además, obvia- mente de todas las prácticas y contingencias técnicas) es el horario del desayuno: a las 9 de la mañana tienen que estar todos sentados dispuestos a servirse el café, o lo que prefieran.

LAs sonrisas de Jorge Sampaoli y de Lionel Messi, pruebas del buen clima en la Selección. (EFE/Alejandro García)
LAs sonrisas de Jorge Sampaoli y de Lionel Messi, pruebas del buen clima en la Selección. (EFE/Alejandro García)

Este sistema fue consensuado con el plantel y funcionó muy bien en Buenos Aires. La respuesta de los jugadores dejó muy conforme al cuerpo técnico. Además, en la primera noche aquí en Barcelona ningún jugador hizo uso de esa licencia (ni siquiera Messi, que aquí es más que local), todos eligieron dormir en el lujoso y ultra moderno Hotel Sofía (ubicado a metros del Camp Nou y 15 minutos en micro de la Ciudad Deportiva del Barcelona donde se entrenan), en el cual tienen blindado el piso noveno para plantel y cuerpo técnico, mientras que el octavo queda para la utilería y el resto de la delegación.

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Para la segunda noche en la ciudad de Gaudí, la de ayer, se esperaba la misma respuesta teniendo en cuenta además la intensidad de un doble turno de entrenamiento, aunque no es ese el resultado que Sampaoli y Compañía analizan como exitoso sino la responsabilidad y el compromiso de todos.

Los jugadores pueden salir a cenar o a tomar algo, verse con sus familares (hay varias esposas en un hotel cercano) o simplemente pasear. La consigna es que a la mañana siguiente no haya ninguna excusa. Cabe aclarar que esta rutina está prevista para la estadía en Barcelona y que en Jerusalén (sobre todo por un tema de seguridad), donde jugarán el sábado 9 el último amistoso, y en Rusia todo será lógicamente más cerrado.


De todas formas la modalidad contrasta con las recordadas y extensas concentraciones organizadas por Carlos Bilardo para el Mundial 86, o las reglas antiredes de Vicente Del Bosque para España en 2010 ( ver aparte) y también con lo que se sabe que exige Joachim Löw a sus jugadores alemanes. Según trascendió en medios internacionales, el técnico campeón del mundo no va a permitir el ingreso de las parejas ni de los familiares de los futbolistas al hotel de concentración. En cambio se supo que sí les va permitir el consumo de un vaso de cerveza o una copa de vino antes de irse a descansar. Otro extremo.

Sampaoli y sus colaboradores se muestran más flexibles. Ellos creen también que ver las mismas caras todos los días puede agotar y que ya habrá tiempo, más cerca del Mundial, para una concentración más dura. Como esperan que todo el proceso sea largo, mejor descontracturar en esta primera etapa donde la presión todavía no empieza a hacerse notar.


Esta Barcelona primaveral, iluminada en forma natural hasta cerca de las diez de la noche, acompaña la cuenta regresiva de la Selección rumbo al día del debut, el sábado 16, ante Islandia. Y lo hace bajo algunas normas que generaron sorpresa por su flexibilidad y cuyos resultados se verán con el tiempo, o tal vez queden en una anécdota de viaje.

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