Uno de los temas que más revuelo va a causar en los próximos días es el escándalo de la falsa inauguración de la nueva planta potabilizadora. El intendente Gustavo Melella convocó a medios a recorrer las instalaciones y el funcionamiento de la misma, pero se sabrá en boca de expertos que todo fue para las cámaras y nada de esto está ocurriendo.

Arrinconados por los atrasos en el trabajo, y los múltiples sobreprecios de las empresa contratada por el municipio, el Intendente junto a la Secretaria de Obras Públicas del municipio Gabriela Castillo (la misma que fue obligada por la justicia a devolver $400.000 por horas docente que no realizaba) habían anunciado que para el 31 de mayo la misma estará abasteciendo de agua y terminando una problemática de años en la ciudad.

Fuentes expertas confirmaron a Primer Argentino que todo lo que se vio en portales y que ocupó minutos de radios y tv, fue una puesta en escena por parte del municipio de Río Grande. Lo que se pudo observar en esos momentos fueron en realidad pruebas que se tenían que realizar para verificar el funcionamiento de las máquinas, lo cual se mostró como si fuera la inauguración de la obra. La verdad es que la planta no cuenta con electricidad, a pesar que la Cooperativa Eléctrica ya realizó todos los trabajos. El atraso estaría causado por los en trabajos que tiene que hacerse cargo la empresa que lleva adelante la obra, PROALSA  de Guillermo Prokopiw, vinculada estrechamente al intendente Melella.

La gran farsa de la supuesta inauguración se habría hecho con generadores eléctricos que fueron prestados temporalmente por la Cooperativa Eléctrica, pero sólo para la prueba que se realizó, y no para su funcionamiento continuo. Por eso es que los vecinos de Río Grande continuaron con los problemas de agua en estos días, la nueva planta no está abasteciendo, sino que la totalidad del agua sigue siendo abastecida por la vieja planta. Si la nueva estuviera funcionando habría provisión a toda hora y en todos los lugares de la ciudad, lo cual no está ocurriendo.

A pesar de llevar adelante toda una excena mediática para hacer creer que el problema que aqueja por años la ciudad había llegado a un punto final, muchos vecinos por redes sociales mostraron su desconcierto porque en muchas zonas, como viene siendo costumbre en estos tiempos, a cierta hora la presión del agua disminuía considerablemente, y en otros casos directamente no había.

El intendente tendrá que dar explicaciones por el gran engaño que fue la “inauguración” de la planta.