viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2948
Primer Argentino » ARGENTINA » 4 jun 2018

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Susana Giménez recibió un escrache en los Martín Fierro: "Sí, soy gorila"

Fue en el ingreso al hotel Alvear Icon. Un grupo de manifestantes le gritó cosas relacionándola con el gobierno de su amigo Mauricio Macri.


Glamour, brillo, belleza y... ¡escraches! Todo eso tuvo el ingreso al hotel Alvear Icon donde se llevó a cabo la entrega de los premios Martín Fierro 2018.

Ocurre que detrás del vallado en la puerta de entrada se ubicaron trabajadores de la Televisión Pública, Telam, Radio del Plata, Radio América y otros medios que sufrieron despidos en los últimos tiempos, y además de repartir volantes informando su situación laboral, insultaron y escracharon a figuras y periodistas "amigos" del gobierno.

 

Los periodistas Nicolás Wiñaski, Mónica Gutiérrez y Luis Majul fueron los blancos preferidos por los manifestantes. Sin embargo, Susana Giménez también fue insultada por los trabajadores y al ser consultada al respecto se hizo cargo de la situación.


"Estoy contentísima, fue una noche frondosa para mí. El de conducción me puso feliz y lo que pasó con Mirtha también. Es un ícono, una mujer increíble. La amo a Mirtha y verla llorar en mi cuello… me mató", dijo ante la consulta de varios cronistas que la aguardaban una vez terminada la fiesta.

Cuando le preguntaron por la renuncia a la terna de Mejor Conductora, Susana tuvo un particular punto de vista: "Mirtha no estuvo nominada porque no quiso. Cuando le dieron el de Brillantes el año pasado ella dijo que se bajaba del año siguiente. ¡Te lo juro por Dios!, yo estaba adelante de ella cuando lo dijo. Pero como es muy competitiva creo que después se arrepintió.

Para el final, le consultaron por el escrache que recibió cuando ingreso a la fiesta. Lejos de esquivar el bulto, la diva respondió con la sinceridad que la caracteriza: "Me dio no se qué ver a la gente manifestando en la puerta. Yo empecé en Canal 7, donde hice mi primer programa y no me gusta verlos así. No se si estarán los mismos de hace treinta años atrás, pero conozco a mucha gente y los amé cuando estuve ahí. A mí me gritaron “Gorila”. Y puede ser que sea sí, porque no soy peronista y si eso significa ser gorila, entonces soy gorila. No lo tomo como un insulto porque amo a los monos", cerró con ironía.

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