sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº2956
Primer Argentino » ARGENTINA » 23 nov 2022

Unos 600 motoqueros viajan a un encuentro en Ushuaia

Llamaron la atención de inmediato por su masiva presencia en el terminal de Punta Delgada, a la espera de poder cruzar hacia Tierra del Fuego, con destino a Ushuaia, Argentina.


 
 

Llamaron la atención de inmediato por su masiva presencia en el terminal de Punta Delgada, a la espera de poder cruzar hacia Tierra del Fuego, con destino a Ushuaia, Argentina. Era un gran grupo de motoqueros que se fue reuniendo desde distintos puntos de Argentina, para encontrarse en la ruta chilena en tránsito hacia un encuentro internacional, que se realizará mañana y que reunirá a unos 600 motociclistas.

No fue planeado que se encontraran y por eso, la camaradería surgió de inmediato a la espera de abordar el ferri Kawésqar de Tabsa. Mientras hacían sus trámites y revisaban sus máquinas, algunos comentaron sobre el viaje por la Patagonia. Uno de ellos es Gabriel Bressan, que salió desde Rosario hace ocho días. “Vamos a un encuentro de Latitud 54 y es primera vez que voy. El viaje me ha parecido espectacular, el clima es bastante fuerte, el viento y frío, pero demasiado bien. Nos fuimos encontrando con colegas por el camino, de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y mucha gente de afuera. Se esperan 600 motos acreditadas en este encuentro”.

Tanta es la pasión por las dos ruedas que Paola Alejandra Scorcione realiza este viaje, desde Neuquén, con su padre Daniel. “Nos fuimos encontrando todos en el camino. Es primera vez que yo viajo en moto, pero mi papá es un experimentado y me invitó a venir al viaje al fin del mundo a Ushuaia. El viaje ha sido hermoso, me encantó, pasas frío, calor, viento, muchos animales. Es muy peligroso el tema del viento y de los animales sueltos, pero si te gusta andar en moto, es hermoso.

Yo tengo moto desde los 15 años y nunca había viajado y ahora que puedo, con el trabajo, me animé”, reveló Scorcione ante las risas cómplices de su padre: “Le dicen El Diablo, ¿por qué será? Hace cinco años está viajando, vendió todo y se fue a la mierda y ya. Yo no tengo apodo, pero ‘La cola del diablo’ me dicen, porque ando con él”, finalizó entre risas, momentos antes de abordar el ferri junto al resto de los motoqueros.

 

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