"La gestión de Martín Perez mejora la calidad de vida con Obras, en salud, contención social". Esas afirmaciones las realizó el edil Walter Abregú durante la apertura de Sesiones Ordinarias del Concejo Deliberante de Río Grande, que encabezó el Intendente Martín Perez. Pero en 15 días panquequeó y lanzó su candidatura opositora a Intendente.

En la política como en la vida, del ridículo y del panquequismo, no se vuelve. Y Abregú confirma esa norma, una vez más.

El concejal, del que poco se conoce sobre su labor en el Concejo, afirmó en medios de Ushuaia que quiere ser intendente de Río Grande. Poco claro y muy ridículo.

Abregú y la ridiculez de lanzar su candidatura a Intendente provoca risas entre aquellos que se enteraron por las redes de su flamante aspiración.

Como una media, Abregú se dió vuelta (una vez más). El edil decidió seguir vagando por distintos espacios de la política sin la menor mueca de vergüenza. Es la primera afirmación que surge a raíz de su "lanzamiento".

Eligió un medio de Ushuaia para hacer su declaración en la que afirmó contar con el apoyo de "dirigentes provinciales".

El ex Mellelista, ex bertonista y ahora el ex Perez continúa pegando portazos para que la estructura familiar que sostiene con cargos públicos siga con vida.

Con esta nueva jugada, Abregú y su clan intentarán seguir viviendo de los cargos que alguien con más peso decida largarles.

Una payasada que no va a ningún lado, pero que lo define: un Panqueque.