La empresa City Bus, la cual obtuvo la licitación del transporte en Río Grande, puso a disposición las unidades para llevar a los militantes de FORJA a la Misión Salesiana. Uno de estos micros despistó cerca del establecimiento educativo, luego del acto.

El encuentro de militantes de FORJA que convocó de urgencia el intendente Gustavo Melella dejó en evidencia manejos propios de la vieja política, la misma política con la que el intendente tantas veces dijo no estar de acuerdo.

La Misión Salesiana, un sitio histórico que nunca había sido utilizado para actos políticos, fue impunemente entregado al intendente por los directivos. Como si fuera poco, esto ocurre unos días después que el Intendente vetara la ordenanza que celebraba el Día del niño por nacer y disponía fondos para ayudar familias, y luego de negarse a recibir a vecinos a favor de Las Dos Vidas. Melella hizo uso de su condición intendente y de ex docente de la escuela para ocupar el histórico espacio, cuyas paredes fueron plagadas con banderas de FORJA y símbolos partidarios, lo cual causó la indignación de padres, alumnos y riograndenses que aprecian la tradición no poítica del establecimiento y de la ciudad.

Pero el punto más polémico fue la utilización de los micros municipales, pagados por todos los vecinos, que fueron usados para llevar a los punteros y militantes. La empresa City Bus que tiene la concesión del transporte público de pasajeros y fueron esas unidades las que se utilizaron para llevar a los militantes hasta la misma puerta de la escuela, cuando en su recorrido diario a los alumnos que asisten a clases tienen que bajarse al costado de la ruta y desde ahí caminar.

Fueron varias las unidades que se utilizaron y esto se vio afectado por varias horas el normal servicio. Para colmo de males, uno de los colectivos despistó en el ingreso a la Misión Salesiana, según fuentes del lugar por conducción imprudente, lo cual trataron de tapar en los medios.