miércoles 26 de junio de 2024 - Edición Nº3016
Primer Argentino » ARGENTINA » 15 may 2024

Separaron del caso a la madre de una de las víctimas del empresario Weiss

El dueño de una agencia de autos y una distribuidora de bebidas fue condenado en 2018 a 8 años de prisión por el abuso sexual de dos menores. La madre de una de ellas intervenía regularmente en la causa que monitorea el cumplimiento de la pena. Pero la Justicia advirtió con 4 años de demora que la víctima había cumplido la mayoría de edad. Y por un extraño procedimiento apartó del caso a la mujer. Sospechan de otras irregularidades


La madre de una de las víctimas de abusos sexuales cometidos por el empresario de Ushuaia Héctor Darío “el gringo” Weiss fue separada -a través de un extraño mecanismo de la Justicia- del expediente judicial que monitorea la sentencia impuesta al condenado en 2018.
 

La mujer era considerada como parte del proceso y de esa forma participó de infinidad de audiencias posteriores a la condena de Weiss, pero a partir de que el Juzgado de Ejecución de Ushuaia advirtió, con cuatro años de demora, que su hija había cumplido la mayoría de edad, tuvieron lugar una sucesión de procedimientos, en apariencia contradictorios, que terminaron dejándola fuera de la causa.

 

Además, según la madre, esta no es la única irregularidad que se produjo en el expediente, donde abundan los permisos de salidas temporarias de la cárcel otorgados al empresario y la falta de notificación de esa situación a las víctimas, entre otros hechos.

 

En total la Justicia le otorgó 21 permisos de salida a Weiss, desde su detención en mayo de 2018. El primero fue en 2019, para las fiestas navideñas. En cada caso la mujer reclamó, pero la respuesta fue que el reo tenía “parientes de avanzada edad” y el derecho de verlos. “Con ese argumento las cárceles quedarían vacías, porque todos los internos tienen algún pariente de avanzada edad”, replicó la mujer, aunque sus fundamentos nunca fueron oídos.

 

Abusos y dos víctimas

 

El dueño de una concesionaria de autos y de una distribuidora de bebidas fue condenado el viernes 11 de mayo de 2018 a la pena de 8 años de prisión de cumplimiento efectivo, por el Tribunal de Juicio en lo Criminal de Ushuaia.

 

Los jueces Alejandro Pagano Zavalía (presidente de la audiencia) Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy hallaron a Weiss como autor de los delitos de “abuso sexual simple reiterado en un número indeterminado de ocasiones en concurso real con abuso sexual con aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima, reiterados en tres hechos”.

 

La Justicia demostró que el empresario sedujo y mantuvo una relación sentimental durante seis meses con una joven de 14 años, a quien manoseó en reiteradas ocasiones y con la que finalmente tuvo relaciones sexuales hasta que la chica pudo dar cuenta de lo que estaba ocurriendo y su madre realizó la denuncia penal.

 

A su vez, la investigación sumó evidencias para condenar al mismo hombre por los “reiterados tocamientos” que le profirió a una niña cuando tenía 8 años, y hasta que cumplió 11 o 12 años, en un hecho que salió a la luz cuando la menor, ya con 13 años de edad, logró contar lo que le había ocurrido a una profesora del colegio que tomó intervención en el caso y posibilitó que los padres radicaran la denuncia.

 

Cuatro años de demora

 

La madre de la primera víctima fue querellante hasta el momento del juicio y luego participó de audiencias relacionadas con permisos de salida e incluso con el pedido realizado por el recluso de acceder a la libertad condicional que teóricamente le corresponde al cumplir dos tercios de la pena.

 

Sin embargo, en la audiencia realizada el 9 de febrero de este año, el juez de Ejecución de Condenas Manuel López dejó constancia que “tras haber advertido” el cumplimiento de la mayoría de edad por parte de la joven abusada, correspondía consultarla sobre si aceptaba la representación de su madre, para evitar “futuras nulidades”.

 

El primer dato llamativo es que el juez tomó nota de que la víctima era mayor cuatro años después de sucedido el hecho, ya que la joven cumplió 18 años el 25 de marzo de 2020, y la audiencia se celebró en febrero de 2024, es decir, casi cuatro años más tarde.

 

Otra curiosidad del proceder del magistrado es que dispuso la realización de una audiencia virtual con la joven (que reside fuera de la provincia) de modo de poder consultarla sobre el tema y que “ratifique lo expuesto por su madre” en el sentido de continuar representándola en el expediente.

 

Ese acto se cumplió el 22 de febrero, y allí la víctima sostuvo la voluntad de que “estos temas sean a tratados a través de su madre, ya que la afecta negativamente desde el punto de vista emocional”, indicó.

 

Pero, además, en esa audiencia tuvo lugar una irregularidad.   En la transcripción del procedimiento figura que la joven pidió que las salidas transitorias al empresario abusador fuesen monitoreadas mediante el uso de tobilleras electrónicas, algo que la chica nunca dijo.

 

La madre le hizo saber al juzgado esa incongruencia y le informó que tenía como demostrarlo, porque su hija había grabado la audiencia virtual. A partir de entonces no solo dejó de recibir respuestas, sino que la secretaria del juzgado le hizo saber que para ejercer la representación de su hija debía tramitar un poder especial ante escribano público.

 

“Es decir que primero dispusieron una audiencia virtual para corroborar el consentimiento de mi hija, quien se los confirmó y les dijo que le hacía mal volver a hablar del tema. Y después, cuando les hice notar que en el acta se hacía decir a mi hija algo que no dijo, entonces empezaron a argumentar que la audiencia virtual no servía y que hacía falta un poder formal de representación. Mientras ese poder se hace, estoy fuera de la causa”, contó la mujer a EDFM.

 

También agregó que en el expediente hay más irregularidades, como por ejemplo algunas salidas transitorias otorgadas a Weiss y que no fueron notificadas a las víctimas, por supuestos errores del juzgado, además de un número llamativo de permisos para abandonar la cárcel y trasladarse a Ushuaia con diferentes argumentos, algunos de ellos realizados sin custodia personal y mediante la utilización de una tobillera electrónica.

 

Esa situación motivó otras presentaciones que se suman al hecho de haber sido apartada de la causa a través de un proceso contradictorio y producido luego de que la Justicia se demorara 4 años en advertir un hecho tan básico como la mayoría de edad de su hija

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