jueves 20 de junio de 2024 - Edición Nº3010
Primer Argentino » ARGENTINA » 23 may 2024

Una mujer se quebró en vivo mientras contaba que se quedó sin trabajo y tiene que salir a vender en la calle

Úrsula es viuda, tiene tres hijos y vive en la casa de su madre jubilada. Sale todos los días por la zona de Liniers y comercializa los brillitos autoadhesivos, tendencia en adolescentes. “La piloteamos para salir adelante”, expresó conmovida.


Con mucho abrigo y una bolsa repleta de mercadería, Úrsula sale todos los días a la calle a vender por la zona de Liniers porque se quedó sin trabajo fijo y tiene que mantener una numerosa familia.

“Soy viuda, cobro una asignación y vivo con mi mamá que es jubilada. Gracias a lo poco que puedo ganar yo la piloteamos para salir adelante una familia de cinco personas”, contó conmovida la mujer en un móvil de Nuestra Tarde (TN).

 

 

La mujer vende maquillajes artísticos y brillitos autoadhesivos para la cara o el celular, producto que viralizó la cantante Emilia Mernes y se volvió tendencia entre adolescentes y jóvenes. Según detalló, la plancha de varios apliques salen $1400.

 

En ese sentido, precisó: “No tengo trabajo fijo, pero vendo en la calle. Cuando más se vende es cuando hay recitales. Estoy cerca de la cancha de Vélez, así que aprovecho y hago algunos pesitos por ahí”.

 

 

A veces va acompañada de su hija mayor Nahiara, pero también sus dos nenes más chicos suelen ir con ella a hacer recorridas: “Sé lo difícil que estar en la calle”.

 

“Noto que la venta baja para todos, incluso para la gente que tiene comercio de todos los rubros. Está muy difícil para todos”, expresó y se quebró en vivo.

 

Al cerrar la nota entre lágrimas por relatar su dura situación, Úrsula dio el usuario de Instagram para poder contactarse con ella (@nahiarag15).

 

Tres trabajos para llegar a fin de mes: “Hay que hacer un poquito de todo”

 

Minutos antes, también al aire de TN, una mujer contó que tiene tres trabajos para poder llegar a fin de mes y aseguró: “Llegamos como podemos”.

 

“Trabajo de todo un poco: a la mañana en un micro escolar con chiquitos, a la tarde vendo ropa y los fines de semana vendo comida. Varias changas tengo que tener, un poquito de todo, para poder llegar a fin de mes”, relató la mujer oriunda de Caseros.

 

Asimismo, señaló: “No tengo 20 años, la oportunidad se me pasó. ¿Si tengo esperanza? Ni, ni. La verdad es que ahora hay que esperar”.

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