El proceso de reforma constitucional que se desarrollará en 2024 en la provincia de Tierra del Fuego tiene un costo proyectado de más de mil millones de pesos, generando controversias y críticas en medio de una crisis económica que afecta a todo el país. El Ejecutivo provincial, encabezado por el gobernador Gustavo Melella, había enviado el proyecto de ley a la Legislatura en diciembre del año pasado. Este fue tratado y aprobado rápidamente, lo que ha suscitado acusaciones de favores políticos.

La reforma constitucional llega en un momento de dificultades económicas, con obras paralizadas y problemas en el suministro de servicios básicos como agua, gas y electricidad, especialmente en Ushuaia. Aunque la necesidad de actualizar la carta magna es reconocida, muchos cuestionan si este es el momento adecuado, considerando las urgencias más inmediatas de la población.

"En estos días tiene que hacerse", afirmó Melella en una entrevista radial, subrayando la importancia de cumplir con el plazo para convocar a la Convención Constituyente. Sin embargo, la ley de reforma no especifica claramente cómo se contabilizan los 210 días para establecer la fecha de votación, lo que ha generado incertidumbre.

A pesar de la necesidad de modernizar la Constitución Provincial para reflejar avances tecnológicos y cambios en la gobernanza, los temarios propuestos no parecen abordar de manera directa los problemas económicos, el desempleo ni la inversión en recursos esenciales como servicios básicos.

El proceso de elección de Convencionales Constituyentes también añade una capa de complejidad política. Aunque las fuerzas políticas de la provincia presentan una fachada unida frente al Gobierno Nacional, internamente no existe una alianza explícita entre todas las facciones.

Entre los temas que se debatirán en la reforma se incluyen los cargos vitalicios, un régimen electoral unificado, la coparticipación a municipios y la modificación de los plazos para las transiciones. No obstante, la urgencia de resolver las necesidades básicas de la sociedad parece seguir un camino distinto y más elemental.