En medio de la espera de la decisión del Tribunal de Disciplina de la Conmebol sobre la protesta presentada por Gremio, este viernes el presidente Mauricio Macri hizo referencia a la final de la Copa Libertadores entre River y Boca y, para sorpresa de muchos, dijo que los partidos se jugarían con presencia de hinchas visitantes.



Sin embargo, ante el revuelo que generó su anuncio, en las últimas horas el mandatario se desdijo, y aclaró finalmente que serán los clubes los que definan si la final se puede o no jugar con ambas hinchadas.


Mauricio Macri confirmó que la final de la Copa Libertadores se iba a jugar con visitantes, pero después dio marcha atás.

"Esta final, que nunca se va a volver a repetir, es una oportunidad histórica que tenemos que inmortalizar con un espectáculo completo, y eso incluye a la hinchada visitante. Por eso tenemos todos que comprometernos. Es una final histórica. Es único, maravilloso, irrepetible. Tenemos que demostrar que estamos cambiando y así como lo vemos en otros países del mundo tenemos que poder organizar esta final con público visitante también. Que esta final tenga todos los condimentos", dijo Macri hoy en comunicación con radio La Red.


Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir.


Además, por si quedaban dudas, sostuvo que ya había hablado con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y con el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, para que ambos trabajen juntos en la idea de que los visitantes pudieran asistir al evento.

A pesar de eso, esta tarde el presidente le bajó el tono a sus declaraciones, y advirtió en diálogo con Fox Sports que "el Gobierno no le va a imponer a un club de fútbol cómo tiene que organizar un partido".


La final será entre River Plate y Boca Juniors.
"Le hemos ofrecido a los clubes las condiciones para que jueguen con público visitante en los dos partidos. A partir de ahí será decisión de los clubes, que son los que organizan el espectáculo. Lo importante es que, si lo quieren hacer con público visitante, nosotros les damos las condiciones", indicó por último.

Hasta el momento, se sabe que la primera final de la Libertadores 2018 se jugará el sábado 10 a las 16 en La Bombonera, con arbitraje del chileno Roberto Tobar, y la revancha será en el Monumental el sábado 24 en el mismo horario.