Fue la última diputada en sentarse para que el oficialismo tuviera quórum. Y no fue casualidad.

Su jefe político, el gobernador Melella, estaba haciendo valer su presencia en el recinto de diputados ante el presidente de la Cámara Sergio Massa para conseguir una reunión con él, con el fin de que sea puente con el ministro de Economía de la Nación.

Era la diputada que faltaba para llegar a las 129 bancas ocupadas en el recinto que dieron inicio a la sesión donde el oficialismo nacional pudo aprobar la reforma de los regímenes jubilatorios de jueces y diplomáticos.  

Mabel Caparrós, ingreso al recinto a minutos de que se frustrara la sesión. Mientras sus compañeras de bloque le mandaban mensajes del tenor de, "Mabel de vos depende la sesión, solamente faltas vos compañera".

"Las caras de preocupación del oficialismo, disimuladas con chistes de ocasión, recién se distendieron a las 12:59, un minuto antes de la prórroga solicitada, cuando Mabel Luisa Caparrós, del oficialismo de Tierra del Fuego, entró apurada al recinto", publicó Infobae.

Si uno recuerda que en plena campaña dijo que daba lo mismo votar a Macri o a Alberto Fernández, no sorprende la actitud extorsiva de Melella. Lo que molesta es la hipocresía de decir que son parte de un gobierno y poner en riesgo la sesión en que el oficialismo nacional se jugaba mucho políticamente, aprovechándose de las dificultades del Frente de Todos para dar quórum.