Pañuelos verdes, pañuelos azules... que el derecho a disponer del cuerpo propio o el superior derecho a la vida. La discusión entre abortistas y partidarios de respetar las dos vidas no está cerrada y ayer vivió otro nuevo round tras la intención presidencial, anunciada al abrir el período de sesiones ordinarias, de mandar un proyecto de ley al Congreso para despenalizar el aborto. Quien salió con los tapones de punta tras el discurso de Alberto Fernández fue la mediática Amalia Granata, devenida diputada, quien expresó su furia en una catarata de tuits.
"El Estado debe cuidar a todas las mujeres, a las que deciden tener hijos y las que deciden interrumpir sus embarazos", manifestó el presidente. De esta manera, aseguró que presentará un proyecto de ley para que se legalice el aborto e impulsará un programa integral de educación sexual. "En los próximos 10 días presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando tomen la decisión de abortar", indicó el mandatario, provocando una gran ovación en el recinto, atestado de pañuelos verdes.