En una carta dirigida al vicepresidente del Concejo Deliberante de San Andrés de Giles, Bautista Castaños, Branchini reconoció su "responsabilidad institucional y política" y que si bien "solicitar una licencia sin goce de haberes hacía que la investigación transcurriera con total transparencia”, consideró que "no alcanzaba con esa decisión”, por lo que resolvió presentar su renuncia

De todos modos, puntualizó que no se consideraba culpable de “robar la vacuna de otro vecino haciendo abuso de poder” sino que fue convocada “porque una personano respondía el llamado del vacunatorio”.

Asimismo, criticó el tenor de la denuncia de la oposición de Juntos por el Cambio y en ese sentido lamentó que “algunas mujeres y hombres de la política local hayan aprovechado esta situación sin medir consecuencias personales ni humanas, difundiendo en medios nacionales una historia que no fue tal”.

Por su parte, Cané planteó que su renuncia obedecía a que, a su juicio, “es la mejor manera de despejar toda duda respecto a la campaña de vacunación”.

En su carta dirigida a Castaño, la concejala indicó que más allá de su dimisión "se lleva adelante una investigación sumaria” que contiene su declaración en cuanto a los motivos y circunstancias en los que fue inmunizada.

Luego de asegurar que “en ningún modo se trató de un acto de abuso de poder” y que “bajo ninguna circunstancia” obró de mala fe, pidió disculpas por lo que consideró que fue un “error que desató un sinfín de presunciones, algunas malintencionadas y seguramente en busca de una ventaja política, que están muy alejadas de la realidad”.