viernes 20 de septiembre de 2024 - Edición Nº3102
Primer Argentino » ARGENTINA » 10 nov 2021

Judiciales

Policía procesado por abuso sexual en el hospital: peritos psicológicos y 2 testigos complicaron al agente detenido

Estos fueron los principales elementos de cargo valorados por el juez Daniel Cesari Hernández, en el procesamiento con prisión preventiva al agente César Carabajal por los hechos del 21 de octubre en el hospital de Río Grande contra una joven hipoacúsica de 18 años.


Carabajal fue procesado por un hecho de abuso sexual simple y otro agravado por acceso carnal en perjuicio de la joven de la que en los peritajes se determinó posee “un retraso madurativo leve”.

El testimonio de la joven dio cuenta de un primer acercamiento del efectivo cuando esperaba ser atendida, quien la trasladó a un sector apartado donde la besó y manoseó. Luego, dos horas después, al volver a buscar los resultados de los análisis, se dio la misma situación de acercamiento y diálogo para luego ser llevada a un baño donde fue abusada con penetración.

La joven señaló sentirse intimidada por la figura policial y que ante la menor resistencia el efectivo amagó a tomarse el arma reglamentaria que llevaba consigo.

Como contrapartida el imputado referenció que esa situación fue consentida, por lo que el juez señaló que ante versiones contrapuestas de las partes, da especial fuerza a la hipótesis de la víctima a partir del análisis de los peritos psicólogo y psiquiátrico.

Estos peritos dieron  cuenta de que la joven en su testimonio presentó un discurso con “congruencia emocional al recordar y evocar los eventos”, agregando “correlato de dolor y sentimientos asociados al asco”.

Incluso los peritos señalaron que la joven “se sintió intimidada por la condición policial del imputado”, y los gestos de tocar repetidamente su armamento lo que se tomó como “acciones naturalmente intimidantes”.

 

Testigos en el hospital

Asimismo en los testimonios el juez valoró a dos testigos en los momentos posteriores dentro del hospital; Un empleado del kiosco que observó a la joven saliendo corriendo de la zona del baño donde se produjo el abuso y luego el policía a paso apresurado pero que pasó a comprar; y finalmente un empleado de seguridad que observó que el efectivo solicitó la “pastilla del día después” en la ventanilla cuando la joven se acercó a ginecología, en un episodio que le resultó “rarísimo”.

 
 

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