domingo 16 de junio de 2024 - Edición Nº3006
Primer Argentino » ARGENTINA » 30 may 2018

Policiales

Misterio con final trágico

Una niña de un año apareció abandonada en una plaza, su madre había sido asesinada


TAGS: MADRE, NENA, FEMICIDIO

La trágica historia comenzó en las redes sociales a partir de la aparición en una plaza de Burzaco, cerca de la Parroquia San Cayetano, de una nena de un año y medio que había sido abandonada en ese lugar, vestida con su jogging rosa y blanco impecable y una mochila en la que llevaba dos pañales descartables. El impacto emocional era la tristeza infinita que reflejaba el rostro de esa niña perdida. Todos pedían difundir la foto de la pequeña y la mayoría preguntaba ¿dónde está la madre?, como si fuera la única responsable de la situación.

Horas después, la mamá de la nena, Marcela Coronel, de 29 años, enfermera del Hospital Italiano, fue encontrada asesinada en un galpón de la casa en la que vivía la familia, en Longchamps, a más de cincuenta cuadras del lugar donde dejaron abandonada a la criatura. El padre, Gabriel Guevara, de 24 años, dijo que en la madrugada del lunes había salido de la casa para ir a trabajar y que la víctima, junto con la niña, se quedaron allí sanas y salvas. Los compañeros de trabajo de la víctima denunciaron que ella les había contado que sufría “violencia de género” de parte de su pareja.

En una declaración, a la que tuvo acceso PáginaI12, los trabajadores del Hospital Italiano, con la firma del dirigente gremial César Latorre, expresaron que “ante la terrible noticia” del asesinato de Marcela Coronel recordaron que “ella había comentado varias veces que vivía situaciones de violencia con su pareja, que la amenazaba de forma constante. Es evidente que acá estamos frente a un femicidio aberrante”. Ayer al mediodía, los compañeros de la víctima realizaron una protesta en las puertas del Hospital Italiano para reclamar “que se haga justicia”.

Todo comenzó el mediodía del lunes, cuando la foto de la niña perdida se viralizó en las redes sociales. “El lunes por la noche, nosotros nos enteramos que nuestra compañera había sido asesinada. Ella había trabajado hasta el viernes, se tomó franco el fin de semana, y tenía que volver el lunes a su turno habitual, a partir de las dos de la tarde”, le dijo Latorre a este diario. En declaraciones a la prensa, Gabriel Guevara, el esposo de la víctima, dijo que cuando se fue de su casa, según él a la 1,30 del lunes, los choferes de una remisería cercana lo vieron irse.

El cuerpo de Marcela Coronel fue hallado en un galpón de la casa familiar, en Roberto Arlt 3553, de Longchamps, tapado con una frazada. Los peritos determinaron que el arma utilizada para el femicidio fue un hacha que no fue encontrada en el lugar. Lo que si apareció en la escena del crimen fue un short, perteneciente a Guevara, que estaba manchado con sangre, presuntamente de la víctima. El hombre, en su defensa, dijo que en su trabajo, en la Capital Federal, se enteró que su hija estaba perdida en Burzaco y que la fue a buscar, junto con una de las abuelas. “Vi la foto de la nena en Facebook”, aseguró Guevara en declaraciones a los periodistas.

La investigación quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Marcela Juan, quien junto con agentes de la comisaría segunda de Burzaco se hicieron presente en el lugar del crimen. En el lugar el cuerpo envuelto en una frazada, con una herida en la cabeza provocada por un elemento cortante, presuntamente un hacha. En la casa sólo faltaba el celular de la víctima, de manera que, en principio, se descartaría el móvil del robo, dado que se presume que el teléfono desapareció para evitar que en forma rápida se encuentren elementos que orienten la investigación.

“Muchas son las hipótesis que se manejan sobre el caso, incluso el de una venganza contra Guevara, pero de todos modos no se descarta en absoluto la posibilidad de que haya sido un crimen intrafamiliar” y en este caso, el marido de la víctima está en primer plano, según fuentes cercanas a la investigación. Lo que se está tratando de corroborar es la coartada de Guevara, quien dijo que se fue a trabajar a la 1,30 del lunes, cuando en la casa “todo estaba totalmente normal”. La fiscalía citó a ocho testigos que pueden ser importantes para la resolución del caso.

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